Temporada de muchos sobresaltos y altibajos que concluyó en decepción. La podría dividir en 3 fases:
1) Pretemporada (4-0)
El pleno de victorias y la sensación de que teníamos una defensa élite, un ataque muy bueno en carrera y aceptable en pase, nos ponía como serios candidatos a la Superbowl.
Pero la grave lesión Bridgewater nos hundió en la miseria.
2) Antes del Bye (5-0)
Comienzo con dudas en ataque. El juego de carrera no funcionaba y la línea ofensiva comenzaba a venirse abajo por las bajas. Bradford se estaba integrando muy bien y el trío Thielen, Diggs y Rudolf destacaba.
En defensa todo lo contrario. Estaba siendo la mejor de la liga incluso consiguiendo bastantes anotaciones. También destacaba en equipos especiales.
En la jornada de descanso era el único equipo con pleno de victorias y lider en los power rankings. A destacar las victorias ante Packers, Panthers y Giants.
3) Después del Bye (3 – 8)
Cuatro derrotas consecutivas y la renuncia de Norv Turner como coordinador ofensivo nos despertó del sueño y marcó la tendencia hasta final de año.
Por supuesto, todo habría cambiado si se hubiera ganado al menos uno de los partidos contra Lions y el de Cowboys pero el ataque se ha mostrado bastante inoperante en la Red Zone.
En resumen, no se puede aspirar a más teniendo la 30ª línea ofensiva y el 32º ataque terrestre aunque tengas una defensa Élite, un QB fiable y unos buenos receptores.
